El domingo fue un día democrático,
el pueblo votó a sus gobernantes.
Yo comí empanadas caseras
y de postre isla flotante.
Por no figurar en los padrones
no pude emitir mi voto.
Mucho me hubiese gustado
ver un congreso menos peroncho.
Hoy, los kirchneristas festejan,
los radicales sienten estupor
y el partido de izquierda
no puede creer que le ganó a Carrió.
Igual, que suerte que ya pasó todo.
Estaba cansada de la propaganda política.
De Pato Bullrich y su forzada sonrisa
y de la promesa digital de Rodriguez Saa.
Por cuatro años más soplarán los mismos vientos,
espero que sea para bien de todos los argentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario