Que sabio es el destino de poner en mi camino
A un hombre guapo, inteligente y rico.
Que suela vender pan, que suela vender sal
Que pueda abrir la puerta de alguna sucursal.
Qué grande es este hombre,
Tan grande como un supermercado!
Yo podría enseñarle a escribir
Si usted me descuenta en carnes y pescados.
Seguro entenderá mi situación,
Como la de cualquier otro ciudadano
Con este nivel de inflación
Vivo más ajustada que chupete en el ano.
Ya que somos compañeros,
Y compartimos el arte por la escritura
Comparta conmigo también algunas de sus verduras.
Vamos Sr. Alfredo, no quiera comerse usted todo.
No me haga tener rimar su apellido con codo.
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